Pistola ametralladora Sa.25
El Samopal vzor 25, o Sa.25 (VZ.48b) (Samopal vzor 48 výsadkový = pistola ametralladora modelo 1948), es una pistola ametralladora de fabricación checoslovaca surgido en 1948. Forma parte de la famosa familia de cuatro similares pistolas ametralladoras checoslovacas: Sa.23, Sa.24, Sa.25, y Sa.26.
Sumario
Historia
Tras la Segunda Guerra Mundial, Checoslovaquia intentaba mantener su independencia de la Unión Soviética, que ya amenazaba con expandir su régimen comunista a los países vecinos. Los checoslovacos comenzaron a diseñar y producir armas que les permitieran cierta autonomía en los suministros defensivos.
Como parte de estas medidas defensivas, la firma Ceska Zbrojovka Strakonice (hoy es la famosa fábrica CZ-UB), de la ciudad Uhersky Brod, en 1946-1948 desarrolló modelos de pistolas ametralladoras para el ejército checoslovaco, bajo la dirección del diseñador Jaroslav Holeček. Las armas debían usar los proyectiles alemanes de 9 mm Parabellum.
Tras muchas pruebas, en 1947 es fabricado el prototipo Cz-447 (ó ČZ 47/p = 4° modelo de 1947), del cual se fabricaron las primeras series de pruebas a mediados de 1948. Tras las pruebas, el 10 de agosto de 1948 el ČZ 47/p fue adoptado al armamento del ejército checoslovaco como 9mm samopal Vz.48a (con culata de madera fija) y el Vz.48b (con culata metálica plegable).
En 1948 el arma comenzó a producirse en la fábrica Zbrojovka Brno. En 1950 ambos fueron renombados como Sa-23 (Vz.48a) y Sa-25 (Vz.48b).
En 1951, ya bajo dominación soviética, para unifircar llos proyectiles con los de la URSS y el resto de países socialistas, Checoslovaquia comenzó a producir las variantes Sa.24 y Sa.26, modificadas para usar el proyectil soviético de 7,62x25 mm Tokarev.
Esta serie de pistolas ametralladoras Sa.23 usaba el principio de retroceso directo, de masas. Podían selecccionar el fuego semi-automático o automático: sin cerrojo cerrado, y fuego de posición a cerrojo abierto. También utilizaban un disparador progresivo para seleccionar entre disparos en acción semi-automática a completamente automático. Con una ligera presión del gatillo se podía hacer un sólo disparo, mientras que apretando continuamente el gatillo se podía disparar todo el cargador a una velocidad completamente automática, hasta que se suelta el gatillo o el cargador esta vacío.
Los pistolas ametralladoras de la serie Sa.23 fueron los primeros en usar cerrojo telescópico, el cual envuelve la recámara del cañón, lo cual reducía considerablemente el largo del arma, pues permite situar el cañón más adentro del cajón de mecanismos y que el cargador se aloje en el pistolete, pudiendo emplearse un cerrojo pesado y con baja cadencia de fuego en un arma más corta. Además, esto permite obtener un arma más equilibrada, permitiendo un mayor control. Otra ventaja fue usar un aguante vertical, donde al mismo tiempo se alojaba el cargador y el gatillo. Este particular diseño fue luego copiada por muchos diseñadores, como es el caso de la pistola ametralladora Uzi, muy inspirado en la serie Sa.23.
El Sa.25 fue declarado obsoleto por Checoslovaquia en 1968, cuando pasó a usar el mucho más efectivo fisil automático Sa.58. Sobrándole los Sa.25 de 9 mm, Checoslovaquia comenzó a exportarlos por todo el mundo.
Rhodesia produjo una variante del modelo de 9x19 mm en los años 70, llamada LDP. La producción fue luego transferida a Sudáfrica, donde fue producida con el nombre de Sanna 77, en variante de sólo fuego semi-automático, muy popular entre los habitantes blancos para la protección personal, durante los turbios tiempos de la racista política del Apartheid.
Variantes
Se fabricaron cuatro variantes, que usaban dos tipos de proyectiles:
- Con proyectiles de 9x19 mm Luger Parabellum.
- Sa.23 (vz.48a) - primera variante, con culata fija de madera. Cargadores de 24 y 40 balas.
- Sa.25 (vz.48b) - segunda variante y la más conocida, con culata plagable metálica. Cargadores de 24 y 40 balas.
- Con proyectiles soviéticos de 7.62x25 mm Tokarev. Variantes fabricadas tras ingresar Checoslovaquia al Pacto de Varsovia, donde se debían este tipo de proyectiles.
- Sa.24 (vz.48a/52) - versión de la Sa.23 pero para proyectiles de 7.62x25 mm. Cargador de 32 balas.
- Sa.26 (vz.48b/52) - versión de la Sa.25, pero con los mismos cambios que en el Sa.24. Cargador de 32 balas.
Usuarios
Checoslovaquia, Cuba, Cambodia, Chequia, Chile, Guinea, Libia, Líbano, Mozambique, Nicaragua, Nigeria, Rhodesia, Rumania, Eslovaquia, Somalia, Sudáfrica, Siria, Tanzania, Vietnam.
Las guerrillas del PAIGC, apoyadas por Cuba en los años 60, lo usaban.
El Sa.25 en Cuba y Latinoamérica
Tras el triunfo de la Revolución cubana en 1959, el nuevo gobierno cubano sufrió el embargo de armas por parte de Estados Unidos. Bajo la presión de Washington, los países de la OTAN también le negaron a Cuba suministrarles armas. El 4 de marzo de 1960 explotó en el puerto de La Habana el buque francés La Coubre, que traía armas compradas en Bélgica por Batista. Esta entrega fue una de las últimas excepciones, pues ya habían sido pagadas en 1958 y Bélgica debía cumplir con el contrato. El gobierno de Fidel Castro acusó de la explosión a la CIA, y se convenció de la urgencia de adquirir armas en los países del bloque comunista, fuera de todas presiones y posibles abotajes.
Las primeras entregas a Cuba de armas fabricadas en los países socialistas, llegaron de Checoslovaquia, país usado como testaferro por la Unión Soviética, cuando políticamente no quería arriesgarse a ventas directas (caso similar a la venta de cazas Avia S-199 a Israel).
De esta forma en 1960 comienzan a llegar a Cuba las armas de fabricación checoslovaca. Entre ellas estaban las pistolas ametralladoras Sa-25, fusiles Vz.52/57, ametralladoras ZB-53 / Vz.37, ametralladoras antiaéreas cuádruples M.53 de 12,7 mm; tanques T-34, cascos Vz.32, cañones autopropulsados SU-100, lanzacohetes Tatra, entre otros.
Los Sa.25 sirvieron en el Ejército Rebelde y las Milicias Nacionales Revolucionarias (MNR) a principios de los años 60. Fueron usadas para derrotar la Invasión de Bahía de Cochinos, y durante la Crisis de los misiles.
A mediados de la década de los sesenta los Sa.25 fueron puestos en conservación, dado las grandes entregas directas de armas provenientes de la URSS, el calibre diferente a los soviéticos (con los problemas de suministros correspondientes), y la poca popularidad del arma entre los militares cubanos. En Cuba se consideraba que las pistolas ametralladoras Sa.25 eran muy poco fiables, se disparaban solos al menos choque, causando numerosas víctimas. Los militares del país productor Checoslovaquia, también les dieron de baja por la misma época, en 1968.
En Cuba se les llamaba "metralletas checas".
Tras el triunfo de la Revolución Sandinista en Nicaragua en 1979, Cuba entregó sobrantes de pistolas ametralladoras Sa.25 para las milicias de sus nuevos aliados, entre otras armas.
Existen reportes de que en Chile bajo el gobierno de Salvador Allende, también aparecieron Sa.25.