Caravana de la Libertad

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Fidel Castro sobre un M4 Sherman dirigiendo la caravana

Caravana de la Libertad se llama en la Cuba oficial a la caravana del Ejército Rebelde dirigida por Fidel Castro, que salió de la Sierra Maestra al triunfar la revolución cubana tras la Guerra de Liberación Nacional, rumbo a La Habana para tomar el poder. La caravana salió de Santiago de Cuba el 2 de enero de 1959, visitando cada pueblo a su paso, hasta llegar a La Habana el 8 de enero, recorriendo en total más de 1.000 kilómetros.

1 de enero de 1958

Fidel Castro anunciando: "Revolución sí, golpe militar no"
Fidel Castro acordando con el coronel José Rego Rubido la entrada en Santiago de Cuba
Raúl Castro y José Rego Rubido en el Cuartel Moncada
Fidel Castro, Raúl, Rego Rubido (a la izquierda), en el discurso del Parque Céspedes, Santiago de Cuba
Ruta de la Caravana de la Libertad
Llegada de la caravana a Santa Clara
Paso de la caravana por Ciego de Avila

Aún festejando el año nuevo del 1 de enero de 1959, el pueblo de Cuba supo de la huída del dictador Fulgencio Batista a las 4 de la mañana, y salió a las calles a festejar de nuevo. Batista había renunciado al poder, dejando al general Eulogio Cantillo controlando la situación, hasta que se formara un nuevo gobierno.

Poco antes, el 28 de diciembre de 1958, Cantillo se había entrevistado con Fidel Castro en la Sierra Maestra, planeando una conjura contra Batista. Según el plan, el día 31 de diciembre a las 15.00 horas, Cantillo debía dirigir un levantamiento militar contra Batista en La Habana, y arrestarlo. Se ordenaría al Ejército un alto al fuego, que facilitaría la entrada del Ejército Rebelde en las ciudades, y luego, unidas ambas fuerzas, se formaría un gobierno nacional.

Pero Cantillo sólo cumplió en parte el plan, dejando huir a Batista y designando como nuevo presidente provisional al magistrado Manuel Piedra. Anuncia un alto al fuego y la formación de un nuevo gabinete que sería formado en acuerdo con Fidel Castro.

Los rebeldes se alegraron, pero cuando Castro se enteró a las 5 de la mañana del 1 de enero, se enfureció. Inmediatamente se dirigió a Palma Soriano para hablar por Radio Rebelde a Cuba. Mientras tanto, Cantillo lo estaba tratando de localizar por telefóno. Al llegar Castro, los rebeldes le pidieron que aprovechara la oportunidad y hablara con Cantillo. Pero para el asombro de sus compañeros, Castro les contestó:

"Yo no estoy loco, ustedes no se dan cuenta de que los locos son los únicos que hablan con cosas inexistentes, y como Cantillo no es el jefe del Estado Mayor del Ejército, yo no voy a hablar con cosas inexistentes, porque no estoy loco. Todo el poder es para la Revolución"

Castro ya dejaba claro, que no compartiría el poder con nadie. En su discurso por radio, Castro acusó a Cantillo de intentar un golpe de estado para arrebatarle el poder a la revolución triunfante. Exortó al pueblo a la huelga general, con el lema de "Revolución sí, golpe militar no". Ordenó a sus tropas a continuar el avance por todos los frentes, y en específico a Ernesto Che Guevara y Camilo Cienfuegos a que se dirigieran a la capital, tomando Camilo el Campamento Militar de Columbia y el Che de La Cabaña. Castro anunció su propia salida hacia La Habana, y pidió al pueblo a que mientras tanto, esperara su llegada a la capital.

También anunció su entrada a Santiago de Cuba, dando un ultimátum hasta las 18.00 horas para que el Ejército en la ciudad dejara de resistir.

La tarea en realidad era fácil, pues el jefe de la guarnición de Santiago de Cuba, coronel José Rego Rubido, formaba parta de la conspiración de Cantillo contra Batista, y Cantillo le había ordenado contactar con Castro. Ambos se entrevistaron en El Escandel, donde Castro convenció al coronel de continuar el plan de dejar de combatir y unirse al Ejército Rebelde, ofreciéndole el cargo de jefe del Estado Mayor Conjunto del Ejército (EMC), en lugar de Cantillo.

Rego Rubido aceptó. El Ejército de Cuba estaba acéfalo y confuso, y no habría problemas en la maniobra, permitiendo a al Ejército Rebelde entrar en Santiago sin disparar un tiro. Raúl Castro tomó el mando del Cuartel Moncada de manos de Rego Rubido.

Éste duró en su cargo de nuevo jefe del EMC sólo 10 días, hasta que Fidel Castro controló todo el país. Entonces lo sustituyó por Raúl Castro el día 11 de enero. Rego Rubido fue enviado lejos a Brasil como embajador, desapareciendo para siempre de la política cubana.

Por la noche, el pueblo santiaguero se reunió frente al Ayuntamiento, en el parque Céspedes, para escuchar a Fidel Castro. Allí el líder revolucionario acusó a la cúpula del Ejército de intentar un golpe de estado aprovechando la huída de Batista, declaró la huelga general en Cuba, y anunció los siguientes cargos: Manuel Urrutia Lleó nuevo Presidente de Cuba, José Rego Rubido dejedel Ejército, y Efigenio Ameijeiras jefe de la Policía Nacional. Anunció que partía hacia La Habana con 12 tanques. La columna con sus hombres que salió de Santiago de Cuba, recibió el nombre de "Caravana de la Libertad".

En su trayecto el pueblo salió a las calles y esperaba el paso de la columna con vítores a Fidel y a la revolución, mostrando las muestras de simpatía del pueblo. Fidel dialogaba con la gente desde su jeep. A veces se detenía a hacer un discurso.

2 de enero

El discurso de Castro termina la madrugada del día 2 de enero. Luego Castro se acuesta un poco en casa de Ferreiro, un santiaguero miembro del Movimiento 26 de Julio. A veces se levanta a dar órdenes. Temprano en la mañana salen para la emisora de radio CMKC, que estaba en cadena con Radio Rebelde.

Mientras tanto la caravana se estaba organizando. El Comandante de la Revolución Cubana Guillermo García Frías recuerda este momento:

"(Almeida) me nombra jefe de todos los blindados y el transporte que marcharían junto a la columna hacia La Habana. Esa misma noche del 1 de enero empecé a organizar mi tropa y escoger todos los blindados, pero nos encontramos con el primer escollo, no teníamos conductores de tanque, teníamos que utilizar los propios conductores de la tropa de Batista. Ahí ordenamos desartillar todos los equipos, municiones de los tanques y completar las tripulaciones con soldados y oficiales del Ejército Rebelde, para que sobre la marcha aprendieran a conducirlos y prepararse como artilleros, todo esto en seco, teoría nada más. Recogimos tanques en Guantánamo, Santiago, Bayamo y Holguín. En Santiago se encontraba el grueso de estos tanques, tanques americanos Sherman y tanquetas T17. Al otro día, arrancamos junto a la columna hacia La Habana (…). Esto fue una odisea, los mecánicos eran del ejército de Batista, la seguridad se duplicaba, y se dormía dentro de los tanques.

Terminados los preparativos, por la mañana sale la caravana de Santiago partiendo de la emisora CMKC. Toman el camino viejo de El Cobre, hacia la Carretera Central.

Raúl Castro se quedó al mando de Santiago de Cuba.

La caravana pasó por Palma Soriano, Baire, Jiguaní, Santa Rita, donde en cada lugar el pueblo les salía al paso.

Llegaron a Cautillo, cerca de Bayamo, donde estaba el Puesto de Mando de Operaciones del Ejército contra los rebeldes. Allí Fidel se reunió con los oficiales y militares del ejército de Batista, quienes inclinan las banderas y rinden las armas. Alberto Vázquez, el chofer del auto de Castro, comentaría luego:

"Lo que sucedió en la granja de Cautillo me impresionó muchísimo, porque cuando terminó Fidel de hablarle a esa gente, los soldados comenzaron a soltar los fusiles y apilarlos como si fueran hornos de carbón. Y yo me decía: Caramba, esos mismos eran los que nos combatían solo unas horas antes. Es que Fidel les habló con la fuerza de los argumentos y de la verdad."

A las 11 de la noche la caravana llegó a la ciudad de Bayamo, con cuidado, pues allí quedaba la mayor guarnición del Ejército sin rendir en la provincia de Oriente, con 3.000 hombres. Ya en la ciudad, Castro habló al público. Recordó la epopeya de 25 miembros de su organización el 26 de julio de 1953, cuando asaltaron el cuartel Carlos Manuel de Céspedes de Bayamo. Fue una operación simultánea al Asalto al Cuartel Moncada, para evitar que el Ejército enviara refuerzos a Santiago de Cuba en apoyo del Moncada. Aquella operación fracasó y murieron 10 revolucionarios.

Mientras tanto, los comandantes de las Columnas Antonio Maceo y Ciro Redondo (Camilo Cienfuegos y Ernesto Che Guevara) se reencontraron y recibieron la orden de Fidel de dirigirse a La Habana y tomar los principales cuarteles de la capital.

Camilo Cienfuegos sale al mediodía de Matanzas rumbo a La Habana, al frente de la Columna Invasora N°2 "Antonio Maceo" y arriba al Campamento Militar de Columbia, la mayor fortaleza de Cuba. Simultáneamente con Camilo, Ernesto Che Guevara la Fortaleza de La Cabaña. De esa forma el Ejército Rebelde establece el dominio absoluto en puntos claves de La Habana. El día 3 de enero, Camilo asumiría la jefatura de las Fuerzas Armadas de Cuba en La Habana.

3 de enero

El día 3 de enero la caravana llegó a Holguín, donde Fidel dio una conferencia de prensa en el Instituto Politécnico. Luego salió a Victoria de las Tunas, donde pasaron la noche.

Mientras tanto, en la Habana Ernesto Che Guevara al frente de su columna llega a La Habana y ocupa la Fortaleza de la Cabaña, y Camilo Cienfuegos ocupa el campamento de Columbia, asumiendo la jefatura de las Fuerzas Armadas de Cuba en La Habana.

4 de enero

El 4 de enero al amanecer se dirigieron a Camagüey, adonde llegan temprano en la mañana. En el Regimiento No.2 Ignacio Agramonte, lo reciben las autoridades de la provincia. Fidel a entrevistarse con la prensa, y pronunció un discurso ante los camagüeyanos congregados en la Plaza de la Caridad. También pasa por el Aeropuerto Ignacio Agramonte, anunciando que pronto llegará a La Habana:

"Sabemos que nos están esperando; pero, como ustedes han podido apreciar, la marcha tiene que ser un poco lenta; y eso nos retarda. Pensamos salir esta noche, o mañana al amanecer de Camagüey, y el miércoles, según nuestros cálculos, llegar a La Habana, en horas de la tarde".

5 de enero

El día siguiente 5 de enero por la mañana, salen de Camagüey por la Carretera Central. Las siguientes escalas fueron Florida, Ciego de Ávila, Jatibonico y Sancti Spíritus. Por la noche Fidel habló con el pueblo de ésta ciudad en el parque Serafín Sánchez, y hacia la media noche habló al pueblo desde el edificio de la Sociedad El Progreso, a pesar de la lluvia.

6 de enero

Fidel Castro habla al pueblo de Santa Clara, 6 de enero de 1959

El 6 de enero la caravana pasó por Guayos, Cabaiguán, Placetas y Falcón, y llegaron a Santa Clara, capital de la entonces provincia de Las Villas. En Santa Clara Fidel Castro pronuncia un discurso desde la sede del Gobierno Provincial de Las Villas (hoy Biblioteca José Martí), ante el pueblo que colmaba el aledaño Parque Vidal. En el discurso exclamó:

Yo preguntaba que en qué país del mundo —no de América— en qué país del mundo se había visto que un pueblo inerme —como decía— le haya arrebatado a un ejército moderno hasta el último fusil...Porque todas las armas, todos los cañones, todos los tanques, todos los aviones, todas las fragatas, y todos los fusiles están en estos instantes en manos del pueblo...De la Sierra Maestra vienen conmigo 3 000 guajiros, armados, veteranos de la guerra de liberación...El pueblo ha tenido que sufrir mucho la insolencia y los atropellos de los hombres armados. En la calle no tiene que haber un fusil, los fusiles no sirven más que para intimidar a la ciudadanía. ¿Qué es eso de un guardia rural con un machete, un revólver 45, un fusil, una canana, y todos esos andamiajes, como si estuviera en una guerra, en plena paz? ¿Para meterle miedo a quién? (EXCLAMACIONES.) ¿Es que acaso para que el pueblo se comporte decentemente y civilizadamente, tiene que vivir bajo el miedo, tiene que andar un tipo con ametralladoras, fusiles y cananas, con la fuerza, como si se tratara de delincuentes o de presidiarios? (EXCLAMACIONES.) Cuando un militar no esté de servicio tiene que dejar el fusil en el cuartel; los fusiles están en los cuarteles. Y en los cuarteles no van a estar solamente los fusiles de los militares, van a estar los fusiles del pueblo también, porque cuando haya que pelear, el pueblo también va a pelear...

En esta visita a Santa Clara, lo invitan a pasar por Cienfuegos, y Fidel cambia la ruta hacia esta ciudad, saliendo al mediodía de Santa Clara. En Cienfuegos visita la Base Naval de Cayo Loco, sede del levantamiento de los marinos el 5 de septiembre de 1957. Allí Fidel habló con los marinos, quienes habían servido al gobierno de Batista, y los convidó a crear una Marina de Guerra de Cuba digna, orgullo de América.

7 de enero

El 7 de enero la Caravana sale de Cienfuegos tras homenaje a los héroes del 5 de septiembre. Esa mañana pasaron por la fábrica de cervezas de Manacas, donde los obreros cerveceros salieron a su paso, y la caravana luego pasó por San Pedro de Mayabón y por Colón, donde conversa con el capitán Julio O. Chaviano Fundora, dejado por el Che al frente del Regimiento No. 4, en espera de Fidel.

Por la noche llega a Matanzas. En el Palacio Municipal de la ciudad, aledaño al parque La Libertad, Fidel Castro habló al pueblo desde un balcón. Hoy el edificio es la sede de la Asamblea Provincial del Poder Popular de la ciudad.

La caravana parte de nuevo tarde en la noche, y esa madrugada llega a Cárdenas. Aquí Fidel visita la casa donde vivió José Antonio Echeverría, abraza a la madre del mártir, a sus familiares, y dialogó con los cardenenses. Más tarde acude al cementerio de la ciudad, deposita flores en la tumba de Echevarría y le rinde homenaje, en recordación al líder estudiantil que cayó en combate durante el Asalto al Palacio Presidencial y Radio Reloj el 13 de marzo de 1957.

Llegada a La Habana

El 8 de enero de 1959 la caravana se dirige a La Habana. En el Cotorro lo estaba esperando el comandante Juan Almeida Bosque, quien le llevaba a su hijo Fidelito. El niño fue subido al tanque Sherman de Fidel, y así siguieron por la capital. En el entronque de La Virgen del Camino Camilo Cienfuegos se les unió. Pasaron el Castillo de Atarés, Tallapiedra, y los elevados del ferrocarril. Desde el cuartel de San Ambrosio son saludados por rebeldes y milicianos.

Frente a la sede del Estado Mayor de la Marina de Guerra, atado al muelle avistaron al yate Granma. Fidel se sube al yate y rememora la travesía de México a Cuba en 1956.

La caravana se desvía por la Avenida de Las Misiones y llega al cercano Palacio Presidencial, desde cuya terraza norte Fidel se dirigió a los habaneros, luego de que Manuel Urrutia, el presidente provisional, lo presentara. Allí le pide al pueblo que vaya al Campamento Militar de Columbia.

Prosiguieron su recorrido por Malecón, y doblan a subir por la calle 23. En el céntrico edificio Radiocentro, muchos artistas y pueblo en general dialogaron con él.

Los habaneros en júbilo llenaban las calles a su paso. Los rebeldes fueron recibidos con banderas cubanas y del Movimiento 26 de julio, que se agitaban en las manos de hombres, mujeres y niños.

La caravana iba a compañada desde su salida por numerosos periodistas cubanos y extranjeros, entre ellos Herbert Matthews del New York Times, famoso porque ya el 17 de febrero de 1957 publicó una entrevista a Fidel Castro en la Sierra Maestra, impactando con la noticia de que la guerrilla existía. Pero en La Habana la caravana era esperaba po un verdadero ejército de fotógrafos, camarógrafos y enviados especiales de más de 300 publicaciones extranjeras, además de 150 fotógrafos, camarógrafos de cine y televisión de los periódicos y noticieros de La Habana.


Discurso en Columbia

La caravana siguió hasta el Campamento Militar de Columbia, (hoy "Ciudad Escolar Libertad") el cuartel sede del Ejército de Fulgencio Batista, que había sido ocupado por Camilo Cienfuegos el día 2 de enero.

Tarde en la noche en el polígono del Campamento se reúnen las multitudes habaneras y los periodistas, para oír hablar a los rebeldes. Antes de Fidel, hablan otros oradores, como Juan Nuiry Sánchez, del Directorio Revolucionario.

Luego habla Fidel Castro de nuevo, en un discurso que se hace famoso por dos momentos. En medio del discurso una paloma blanca se posó en el hombro de Fidel. Y luego el líder se volvió hacia Camilo Cienfuegos, el Héroe de Yaguajay y le preguntó:

"¿Voy bien, Camilo?"

Surgía así la célebre frase que sintetizaba la inmensa confianza depositada por Fidel en su compañero de armas. El pueblo, por demás, también acogió la expresión y la hizo suya. Allí Fidel anunció a todos que a la Revolución todavía le quedaba mucho camino por delante.

El acto terminó a las dos de la madrugada del día 9 de enero.

Luego de pasar varios días en La Habana afianzando el poder, la caravana de Fidel salió el 17 de enero hacia Pinar del Río. En esta provincia pasan por las cabeceras municipales de Candelaria, San Cristóbal, el parque de San Diego de los Baños (en Los Palacios), Consolación y la ciudad de Pinar del Río, donde habla al pueblo y la caravana termina su recorrido.

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